Este es un experimento sin mucho pensamiento. Rosas rosadas, alineaciones planetarias y alcohol. Una alquimia salida de la nada, del presente, de lo que hay justo ahora y de la alegría de atreverme sin pedir permiso.
Así como cuando abres la nevera, haces un almuerzo con lo que tienes y el resultado es la base de una receta personal. Compartir cantidades y tiempos es difícil porque todo es “al ojo”, “al gusto”, siguiendo un corazón que no sabe de medidas. En mi caso, enceguecido por las rosas del jardín. Me fijé, eso sí, en los movimientos planetarios. Saqué el licor del Cauca que tenía por ahí arrumado y esperaba una misión en este mundo.
Por el gran disfrute de hacer las fotos y activar a mi Marte en Piscis, con arrojo y sin tantas preguntas metí los pétalos de rosa en un frasco más pequeño y vertí el alcohol hasta llenarlo. Tuve en cuenta que la planta estaba fresca e incluí un cuarzo rosado para mantenerlas bajo el líquido, cubierta. Y además, ese cuarzo rosado ha sido un gran compañero de viajes, clases de yoga, meditaciones, ceremonias y noches tristes. Nos conocemos desde hace tiempo, me recuerda la calma de mi propio centro interno. Eso quiero sentir cada vez que use esta medicina.
En la fecha de creación de esta experiencia tuve en cuenta que Neptuno, inspirado y expandido en Piscis, estaba en mi casa dos, del valor y la confianza, en trino a la luna en Escorpio, muy cerca de mi Urano natal que me llama a experimentar. Del sol en tránsito por Cáncer junto a Mercurio en mi casa cinco, vino la energía para crear con arrojo, a partir de una intución alimentada por mis emociones. Hoy, agosto del 2020, un mes después, la luna llena está en Acuario, mi signo solar y ascendente. He decidido que es tiempo de usar este extracto como un armonizador de mis espacios, para recordar con su aroma que las cosas son como se hacen y otras verdades muy sencillas:
– Tengo todo lo que necesito para sanar. Muchas veces no vemos que lo que necesitamos ya está presente en nuestras vidas, personas de quien recibir un ecuánime consejo, alimentos para fortalecer el cuerpo, plantas para sahumar o armonizar, justo en las materas de tu casa. Información en formas diversas de la cual podríamos hablar por años, pero solo la experiencia personal y honesta nos llevará a integrarla.
– Actuar sin tantas preguntas, trae respuestas. este 2020 es un año de acción, ya lo sentía venir desde que entrevisté a Ximena Mejía. Estamos en un tiempo que demanda de nosotros la aplicación de nuestros conocimientos y herramientas, como vía a la activación de la sabiduría interna. ¿Qué funciona realmente para mi? Más allá de la importancia de estudiar los protocolos ajenos y el recorrido de personas que ya han hecho el camino, en mi caso aprender con Herbolaria Quintaesencia ha sido clave, es imprescindible ejecutar las propias alquimias. Un extracto, una ceremonia o la variación de un movimiento que te libera de lo que hasta ahora pensaste que era yoga te recuerdan que la alquimia tiene infinitas formas. Emerge entonces de tu propia acción, tu camino, tu manera de hacer, tu protocolo.
– Preguntar a las estrellas. Durante los útimos cuatro años la guía de diversos astrólogos y astrólogas me ha ayudado a ver desde otro lugar lo que en yoga kundalini llamamos “consciencia aplicada”. Elegimos las historias que nos contamos y esas historias, a su vez, conducen nuestra energía. Las estrellas y planetas iluminan mis protocolos personales, dando fecha y estructura a mis ciclos de emprendimiento, a mis clases de yoga, a mis escritos y videos, a mis cierres de proceso, y me permiten integrar el fruto de mis avances.
Conecto con mis propias creaciones, les permito nacer de mi en sus variadas expresiones. El sol está en Leo, alimentando mi luna natal. Escribo este texto mientras amanece y oh sorpresa, el cielo es rosa.
Experimento, imágenes y texto por CC.
