La fuerza de nuestras ancestras y ancestros nos acompaña todo el tiempo. ¿Por qué honrarles solo una vez al año? ¿Por qué no crear un altar permanente y hacerlos parte de nuestra cotidianidad? Aquí 9 formas de horarles, más allá del Día de Muertos.
1. Interésate por sus historias: ¿De dónde vienen? ¿Qué experiencias de vida les transformaron? ¿Qué retos superaron y cómo?
2. Pregúntate: a partir de los retos que superaron, ¿cuáles talentos desarrollaron? ¿cuáles de estos talentos has heredado y hoy reconoces en ti?
3. Haz acciones de servicio en honor a sus memorias: donaciones, entrega de alimento, consultoría gratuita a personas que no pueden pagarte, por ejemplo. Así, no solo sirves a otras personas, también haces ofrendas intencionales en nombre de alguna deuda pendiente, material o intangible, en tu sistema familiar.
4. Establece y nutre una comunicación directa con quienes te precedieron a través de lo que amaron: comida, recetas, paisajes, música. Tu herencia también es colectiva y cultural.
5. Crea un altar permanente, no solo en el Día de Muertos. Permite que tus ancestras y ancestros tengan un espacio en tu vida. Si por alguna razón no cuentas con sus fotografías, tal vez puedas conseguir una imagen o un objeto de su territorio de origen. Encuentra una manera de incluir especialmente a aquellos seres que fueron excluidos o se auto excluyeron: muchas veces en ellos están las respuestas, las divergencias.
6. Un altar es mucho más que un espacio de invocación: haz de él un centro de activación de talentos. Crea tiempo y reflexiona en cómo puedes activar los talentos y recursos que reconoces en tu sistema familiar, a nivel cotidiano. ¿Cómo podrías representar esos talentos en tu altar para así verlos cada día? ¿Cómo eres tu la evidencia creativa de lo que en tu familia es un tesoro?
7. Observa también la sombra: ¿qué estás repitiendo y que no quieres repetir? Pide la liberación de patrones, actitudes y reacciones que no están al servicio de la vida, del gozo, dela paz. Tus conflictos de vida actuales guardan relación estrecha con tu historia familiar. Busca herramientas terapéuticas y de consciencia que te permitan verlas, reconocerlas y transformarlas. Las constelaciones familiares son una posibilidad entre muchas.
8. Honrar a las ancestras y ancestros es honrar la verdadera naturaleza de la familia humana: amorosa, libre, creadora. Pregúntate: ¿qué he venido a aportar a mi propio árbol? ¿cuál es la nueva información, los inéditos caminos y maneras de ver la vida que aporta mi experiencia vital? Y para responderlo…
9. Ocúpate, con curiosidad y alegría, de tu propio destino. Vive y disfruta tu presente, con retos y difcultades incluidas.
Con amor creativo, Crista.