¿Cuáles son las claves de una oración efectiva? ¿Cómo orar según la perspectiva de la Era de Acuario? No nos comunicamos con el Infinito para pedir sino para conectar con lo desconocido a disposición. No hablamos con Dios desde la carencia y el miedo, sino desde la certeza de nuestra esencia divina y creadora. A imagen y semejanza de un poder que es a la vez interno y superior.
¿Alguna vez has sentido que eso que llamas Dios no te escucha realmente? La falta de fe es, desde la visión Acuariana, el verdadero pecado. ¿Por qué? Porque la pérdida de la fe es el olvido de nuestra auténtica naturaleza: creadora e infinita. Y no, no es que ante las dificultades de la vida o la falta de certeza la duda no esté permitida. La ley de la polaridad nos permite experimentar lo verdadero por contraste y crear desde un lugar sin pruebas. La duda es necesaria. En palabras sencillas: sabemos de la tristeza porque reconocemos la alegría, experimentamos la sanación gracias al estado de enfermedad. La polaridad es algo que hemos venido a experimentar pues es una ley mística que nos permite reconocer la totalidad a través de los opuestos.
Sin embargo, la ley de la polaridad nos lleva a caer fácilmente en estado de dualidad y es allí donde el dolor tiene lugar. ¿Por qué? Porque la dualidad a diferencia de la polaridad implica apego o aversión a lo que es. En otras palabras: entrar en estado de dualidad es rechazar la realidad y desear que las cosas fueran de otra manera. Llueve, quiero sol. Hace sol, quiero que llueva. No me llama, quiero que llame. Me llama, no contesto. Ajá. Para salir de la dualidad hay que entrar en estado de Unidad. Un estado del Ser que vibra neutralidad y goza de los opuestos con ecuanimidad, no los sufre. Gran arte que no siempre es sencillo y por lo general, cuando lo logramos nos dura muy poco. ¿Cómo sostener ese estado?
~ Orar es el arte de establecer una relación consciente con lo desconocido en ti ~
La oración abre un campo energético, lo declara y lo decreta de la misma forma en que el miedo secreta sustancias que transmiten información al sistema nervioso. La oración efectiva es afectiva, comunica con lo desconocido y se completa con acciones concretas en el espacio de lo conocido. En esto la práctica de ásanas y la entonación de mantras, son un espacio de experimentación del infinito: escucho el mantra, pienso el mantra, canto el mantra y me escucho cantar. He aquí la totalidad: vibro el mantra, soy el mantra. Estoy alineada.
Según la tecnología del Kundalini yoga no podemos, desde esta condición humana, conocerlo todo. Y aún así, todo está en nosotros y todo está disponible en el momento en que lo necesitamos y/o estamos preparados para recibirlo. No tenemos acceso a la totalidad de lo desconocido sin embargo, podemos establecer voluntariamente una relación conocida con lo desconocido. Es allí donde la oración consciente cumple una función. No necesitamos hablar con Dios, ya está en nosotros. La palabra, el pensamiento e incluso los mantras, entendidos como corriente sonora, son un flujo constante que determina nuestra vibración creadora y conecta con lo que ya está disponible, aunque todavía no lo veamos.
Tener fe es reconocer, a través de acciones, la capacidad creadora en nosotros. Todo el tiempo tenemos libre acceso al estado del ser en donde no hay separación: la experimentación del no-tiempo. Cuando puedes crear una emoción particular por encima de las circunstancias, entras en el territorio de la magia. Nada por aquí, nada por allá y sin embargo, manifiestas. Haces uso de tu naturaleza creadora, trabajas con el infinito desde tu humanidad finita. Maestros contemporaneos como Joe Dispenza o Keith Wilson, crean desde allí. Y no, no es nada nuevo en realidad, por eso en la Biblia encontramos desde hace muchos años esta expresión poderosa: “Hecho está”.
¿Cómo diferenciar desde dónde estás orando cuando oras? He aquí las diferencias fundamentales entre la oración Pisciana y la oración Acuariana:
Con amor, Crista.
